Conocer Potsdam: Patrimonio cultural a las puertas de Berlín

Hacer un tour a Potsdam desde Berlín es totalmente recomendable. La pequeña ciudad a las puertas de Berlín ofrece un paisaje espectacular, unas edificaciones magníficas y una historia intensa.

La capital del Estado de Brandenburgo alberga una serie de parques y palacios que fueron construidos en los últimos 250 años y que fueron el escenario de la vida cortesana de Prusia y Alemania hasta 1918 (año en el que esté país se hizo república). Además su centro histórico barroco ha sido cuidadosamente restaurado y es de una armonía estética notable.

 

Visitar Potsdam: Un paseo por la historia

Una razón importante para visitar Potsdam es sin lugar a duda su historia. Durante cientos de años Potsdam fue uno de los centros más importantes de Prusia, el Estado antecesor de Alemania en esta región. Aquí pasaron muchos veranos quienes gobernaron estar tierras por siglos.

Hacer un recorrido por Potsdam es acercarse a la gloria y decadencia de Brandenburgo y Prusia, los dos Estados que antecedieron a Alemania en este región. Ambos estuvieron gobernados por miembros de la dinastía Hohenzollern que se mantuvo en el poder por 500 años.

Muchos de los edificios más importantes construidos por encargo de esta familia se encuentran aquí. Enmarcados por bosques, lagos y el rio Havel, los palacios de Sans Souci, Marmorpalais o Cecilienhof nos ayudan a imaginar ese mundo que hoy ya es tan solo un recuerdo. Son palacios de una gran belleza y todos ellos, junto a los jardines que los rodean, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1990.

En algunos de estos edificios se tomaron decisiones dramáticas, como la firma de la declaración de guerra en 1914 o el ultimatum al Japón antes del lanzamiento de las bombas atómicas en Agosto de 1945. En otras palabras: conocer Potsdam también es acercarse a la historia del siglo 20.

 

La Conferencia de Potsdam

Fue en Cecilienhof que los representantes de los tres países vencedores de la Segunda Guerra Mundial se reunieron entre Julio y Agosto de 1945 para decidir el destino del mundo. Aquí en Potsdam estuvieron reunidos:

• Harry Truman, presidente de los Estados Unidos de America,

• Josef Stalin el Secretario General del Partido Comunista de la Union Soviética

• Winston Churchil, primer Ministro del Reino Unido (que fue reemplazado durante la conferencia por Clement Attlee)

Los „tres grandes“ diseñaron en Potsdam la arquitectura europea de la postguerra, decidieron el destino del Japón e iniciaron aquí, sin saberlo aún, la Guerra Fria. Este palacio construido por encargo de la familia imperial alemana durante la primera guerra mundial fue el escenario del inicio de una nueva era.


El Puente de los Espías: Un lugar simbólico de la Guerra Fría

Potsdam es también una ciudad del cine. Aquí se encuentra uno de los estudios más importantes de Europa, el estudio de Babelsberg. Pero no solo es un lugar en el que se hace cine, sino que ha sido también protagonista de algunas películas.

Una de las más conocidas es „El Puente de los espias“ de Steven Spielberg. En ella se retrata una historia real de los años 50. Durante el apogeo de la guerra fria, Potsdam fue el escenario de uno de los primeros intercambios de prisioneros entre la Unión Soviética y los Estados Unidos de América. El lugar dónde se llevó a cabo este canje es hoy la frontera entre la capital de Brandenburgo y Berlín.

El „puente de los espías“ está un lugar idílico sobre el rio Havel. Desde él se ve el palacio de Babelsberg y la Iglesia de Sacrow y a primera vista hoy nada nos hace recuerdo que aquí murieron personas por intentar huir de la RDA o que aquí estaba la frontera entre dos mundos ideológicos incompatibles. Aquí se filmó la película de Spielberg y se hizo un monumento cinematográfico a una de las joyas de Potsdam.


Un centro histórico de ensueño: Conocer el Potsdam Barroco

Muy cerca al Puente de los espías se encuentra el centro histórico de Potsdam. Allí nos encontramos con:

• el precioso barrio holandés, que nos hace recuerdo a un paseo por Amsterdam.

• las Puertas de Brandenburgo y de Nauen con sus estilos barroco y neogótico

• las Iglesia de San Pedro y San Pablo, católica y de estilo Neorománico y la neoclásica San Nicolás.

Las edificaciones del siglo 18 y 19 y la planificación urbana de la época que apostaba por la simetría y por lo tanto por la armonía, se prestan de manera ideal para hacer una pausa y comer algo. También se puede tan solo pasear y dejar que la mirada se distraiga con los pasantes y las tiendas.

Es la zona con más vida de esta ciudad de 150 mil habitantes. Es una ciudad tranquila que vive a la sombra del ajetreado Berlín.

Las casas del centro han sido restauradas en las últimas décadas. El centro de Potsdam es un hermoso ejemplo de conservación arquitectónica. Además es un complemento ideal a los famosos parques y jardines que hacen de Potsdam un lugar único.

 

Jardines y palacios: Una visita a Potsdam siempre vale la pena

Según la UNESCO los parques y jardines que rodean Potsdam y en el que se encuentram varios palacios son:

• únicos en el mundo por su dimensión y calidad

• tuvieron una influencia notable en la historia del arte a nivel mundial

• estuvieron conectados con momentos centrales de la historia universal

 

Es por ello que fueron declarados Patrimonio Cultural en 1990. Desde entonces Alemania, Berlín y Brandenburgo han hecho grandes esfuerzos para conservar estos lugares y han mejorado la infraestructura turística.

Los parques en Potsdam son:

• Sans Souci de 340 hectáreas con los palacios de Sans Souci, Neues Palais, Neue Kammern, Charlottenhoff

• Neuen Garten de de 100 hectareas con Cecilienhof y el Marmorpalais

• Babelsberg de 124 hectareas con el palacio del mismo nombre

 

Cómo visitar Potsdam desde Berlín?

• Potsdam está a 30 kilómetros del centro de Berlín.

• Existe una conexión directa de S-Bahn con salidas cada 10 minutos.

• Para llegar a Potsdam con el transporte público se necesitan alrededor de 50 minutos.

• El billete de transporte ABC de Berlín es válido para todo Potsdam

 

Potsdam es una ciudad extensa y los parques están dispersos alrededor del centro así que es una buena idea usar también el transporte público en Potsdam.

Para no perder tiempo y poder aprovechar lo mejor posible la estadía lo ideal es ir acompañado de alguien que conozca la ciudad y que además pueda contarte las historias y anécdotas detrás de las fachadas.

Se pueden hacer visitas combinando recorridos a pié con el uso del transporte público o también contratar una visita privada en bicicleta o con vehículo. Así podrás hacer de Potsdam una de tus estaciones favoritas durante una visita a Berlín.

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